4 de octubre de 2009

Llueve.

Suena mi móvil, si es Ann, desde que la conocí me llama todos los días, y siempre había un ''gracias por lo de la playa'', la quería mucho, llevábamos un mes siendo amigos, y sin saber cómo, la había contado toda mi vida. Lo de mis padres, lo de mi hermano, todo. No soy un tío problemático, al menos ahora, antes lo era más, soy listo pero en clase no lo suelo demostrar. Tengo diecisiete años, pero en mi familia parece que soy mayor, soy el responsable. Ann me ha cambiado, y creo que yo la he podido consolar bien por lo del tipo ese que la ha hecho tanto daño. Espero que no siga mal, cada vez que recuerdo como la vi en la playa... se me pone la piel de gallina y me da por llorar. No me he dado cuenta, pensado tanto no a he cogido el teléfono. Mierda, ha colgado. Bueno, la llamaré yo. Marco su número, un pitido... Bien, tiene el móvil a mano, lo ha cogido al segundo.
-¿Justin? ¿Por qué no me has cogido el teléfono? -pone voz de niña, yo sin poder remediarlo me empiezo a reí- Y ahora te ríes, estoy es mucho peor -ahora se hace la enfadada.
-Ann, no te enfades, estaba pensando...
-¡No puede ser! -¿Y ahora que pasa?- ¿TÚ? ¿Pensando?
-Ja, ja, que graciosa es la niña -se empieza a reír- Bueno, como eres una niña tan pequeña no podrás venir conmigo esta tarde ¿no?
-¿Ir? ¿Dónde? Quiero ir, quiero ir, quiero ir.
-Es una sorpresa, pero no puedes tener menos de catorce años...
-Perfecto -se echó a reír- ¿A que hora vienes a por mi?
-¿Yo? Que cara tiene la niña...
-...mayor de catorce años -volvió a reír y yo con ella.
-Bueno, sobre las... ¿siete?
-Hecho -que ganas de que llegaran, quería verla- ¿Cómo debo vestirme?
-Como siempre -me encanta como viste- Tengo que ducharme.
-Ya decía yo que olía mucho... -Colgó.
La espera hasta las siete me mataba. Decidí ir antes, sus padres no estaban, pasarían el fin de semana fuera. Llamé.
-Un momento, por favor -ahí estaba ella.
-Vale.
Al abrir la puerta estaba con la toalla puesta, y el pelo húmedo, acababa de salir de la ducha.
-¿Cómo abres la puerta así?
-Es que pensé que eras el cartero, tiene que traerme algo.
-Te lo querías ligar ¿no? -A veces ese tema no le gustaba, pero hoy parecía de buen humor.
-Claro que si, no veas lo bien que está -Sí, estaba de buen humor, pero a mi eso, aunque fuera un broma me hizo daño, una punzada en el pecho que no entendí- Quédate en el salón, coge lo que quieras de comer.
-Vale -Ella no sabe que el plan es aquí- pero... -No me escuchó. A los diez minutos bajó al salón.
-¿Qué vamos a hacer?
-Quedarnos aquí.
-¿Aquí?
-Hay lluvia de estrellas.
-¿Siiiii? -Me he puesto a reí por su cara.
-Si. He preparado comida -señalo la cocina- Cogemos unas mantas y cenamos en el tejado, y luego vemos las estrellas- Se acerca a mi, tiene una cara rara, me abraza fuerte.
-Gracias por todo, Justin. Por no ser un aprovechado, que quiera ser algo más, por ser mi amigo.

Siempre seré tu amigo.

4 comentarios:

Vanille Galaxy dijo...

Siempre (: Muás!

Unknown dijo...

A veces la persona a la que quieres te coloca en el lugar "amigos" y eres incapaz de salir de alli...

•Eveelyn dijo...

Que duro que se volverá para Justin. Pero Ann no puede desear algo más que un amigo en tanto no supere su anterior relación..

ABRAZOS.

PaulaLovesAna dijo...

Summer... ¿que te tengo dicho? ¬¬
enfin...
Justin la quiere, mucho, pero Ann no se da cuenta de lo que puede tener...