25 de octubre de 2009

July & Sam

-¿Sabes, Sam?
-¿Qué? -contestaba siempre con la misma dejadez, secamente.
-Me gusta el olor que desprende tu jersey.
-¿Y qué?
-Nada, solo pensé que sería preciso decirlo -suspiró- es más fácil ser como eres tu, ¿no?
-¿Cómo soy?
-Seco, fino, borde, no sabes sonreír, crees que lo sabes todo pero algún día verás que no es así, aprendes de tus errores, si, pero cometes muchos más -no dijo nada, no sabía bien que decir a aquellas acusaciones, porque July tenía razón- pero aun así eres alguien a quien he aprendido a querer y a ver más allá de su cara seria y de sus ironías a todas horas.
-¿Y por qué lo aguantas?
-Porque el olor de tu jersey me gusta, me gusta ver como te equivocas, me gustan tus ironías y sarcasmos, si, quizá no sé lo que digo, pero es que nadie es perfecto, ni si quiera tu.
Sam nunca dijo nada más, no alegó nada, porque al fin July había dicho aquello que él tanto esperaba, que no era perfecto, aquel peso que estuvo durante tanto tiempo sobre sus hombros se quebró y calló, porque no debía ser o aparentar ser perfecto. Porque ella le quería como era.

2 comentarios:

Radamanthys dijo...

Asi que se ama.

Ayrton Vargas

Vanille Galaxy dijo...

Pero aún con sus defectos tiene un olor increíble :)

Muaks!