11 de septiembre de 2009

Marina.



Nuestras manos chocaron al intentar coger aquel libro, Marina.
-Lo siento, todo tuyo -me miró. Levante la cabeza, un chico rubio con el pelo corto y ojos negros estaba a mi lado, con cara de embobado, 'que mono' pensé, me sacaba una cabeza, casi dos. Parecía que tenía veinte años, comparado con mis catorce, casi quince.
-Puedes quedártelo, ya lo tengo, creo que soy la única que mira los mismos libros que ya tiene -solté una carcajada, demasiado nerviosa, me podría ahogar en esos ojos negros, pero Max, mi pequeño pero poco soportable primo me despertó.
-Vamos, vamos, quiero ver las películas, por favor, por favor -es demasiado impaciente.
-Ya voy, ya voy -le devolví el libro al chico- Adiós -le sonreí.
-Espera... ¿Cómo te llamas?
-Ann.
-Soy Marc -dijo casi chillando- ¿nos volveremos a ver?
-Quizá -mi primo tiraba de mi con fuerza.

Él se dió cuenta, ella era la mujer que esperaba.

No hay comentarios: