8 de septiembre de 2009

C.

-¿Huimos?
-¿Huir? ¿De qué?
-De todo, de los horarios, de la gente que habla, la que mira, la que cuchichea, la que no entiende el porque, la que no quiere entender, la que odia, la que mira mal, la que no sabe sonreír, la que hace que la vida sea monótona, la gente cínica, sobre todo de todo aquel que no acepte la realidad.
-¿Qué realidad?
-Que te quiero, que no he querido a nadie así, y no creo que quiera nunca más como ahora.
-¿Me quieres?- le miré sonrojada.
-Más que a nada.
-Yo te amo- Salí corriendo, por aquella playa de arena blanca y agua cristalina, con esa sensación de ilusión, alegría.. en
el corazón, el mismo que latía con tanta fuerza...
Corrió tras de mi, jugamos en la arena, cosquillas, besos y luego un pequeño pulso con las lenguas, viendo el amanecer en esa playa, nuestro pequeño rincón

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