10 de septiembre de 2009

Aquel hombre.

Sentada en el ultimo vagón de la linea circular de metro de Madrid. En una de las estaciones aparece aquel hombre, teñido de rubio quizá para ocultar aquellas canas o para ser otra persona, ojos impacientes miraba a todos lados, entre sus dedos temblorosos había un maletín, no parecía muy pesado. Sus pantalones simulaban a unos vaqueros pero juraría que eran un chandal. Cuando miré sus pies, unas chanclas de goma puestas sobre unos calcetines se encogieron como si quiesieran ocultarse de mi mirada. Él seguía mirando a todos lados, nervioso. A las 21.39 bajé de aquel metro, en mi estación. A las 22.00 una noticia de ultima hora saltaba en la tele, un hombre de las mismas caracteristicas había matado a tres personas, y yo me había cruzado con él.