-Déjame vivir mi vida.
-¿Qué?
-He crecido, no soy una niña, sé lo que haces por las noches, cuando te vas y luego vuelves en un coche distinto cada noche. Papá no querría esto, y tu aun así lo haces. Pensé que le querías.-Y le quiero, como nunca he querido a ningún hombre. Pero gracias a ellos comes, te vistes y vas a un colegio bueno.
-Tranquila, no tendrás que hacerlo nunca más.
-¿Cómo? -La voz de su madre temblaba.
-Me voy de aquí.
Salió con un portazo ensordecedor.
2 comentarios:
Ha crecido, tiene que aceptarlo.
Muás!
Que chica para mas perpicas, que gran respuesta a su (puta) madre.
Ayrton Vargas
Publicar un comentario