5 de mayo de 2010

[I]

Y entonces, ya de noche, lloviendo, me di cuenta de que quizá era todo mi culpa. Clavada en el suelo, mojandome, viendo como las sombras de la gente iban y venían. No me daba miedo enfrentarme a tus palabras, pero si a tu partida. ¿Por qué te ibas? Si, yo sabía la respuesta. Todo era como una partida de ajedrez; Y tu habías destrozado todas mis estrategias para no enamorarme, y lo habías conseguido: ¡me habias enamorado! Habias encerrado a mi rey con la única protección de un peón. Y ya tenía respuestas. Quizá tu, al igual que yo, intentabas sacar un poco de sexo y algo de informacion. Y los dos hemos sacado un sentimiento demasiado cruel para alguien que no aguanta en un mismo país más de un año, ¿no crees? Si, yo pienso así.
y no sé si volverás o cogerás ese avión.
¿lo harás?

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