24 de marzo de 2010

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Siendo sincera.. llevo dos días reprimiendo las ganas de llorar, ¡estupidas ganas! La verdad es que cuando me pasa esto.. cuando necesito llorar siento que me hago la persona más pequeñita del mundo. Insignificante. Tonta. Invisible. No me gusta sentirme así. La verdad es que añoro aquellos días en los que podía llorar sin sentirme así. Aquellos en los que tenía sus brazos para rodearme, aquellos en los que cuando lloraba a mares, casi llegando a inundarnos y cuando la tormenta pasaba y me entraba sueño. Bostezaba cual gatito recien nacido, y él me tapaba con una pequeña manta y sus brazos, me daba un besito en la nuca, susurrandome que me quería. Y aun me quiere, ¿no? Sea donde sea que esté, me quiere. Me acompaña, lo siento. Y es estas veces, cuando lloro, cuando me acuerdo más de él. Cuando necesito sus 'te quieros' aunque solo sean eso... te quieros. Y ahora ya no puedo retener las lágrimas, y ahora ya lloro a mares. Y me inundo. Y no tengo ninguna barca en la que salvarme.. como él, no se salvo. Él me avisó, y yo, cegada... lo ignoré. Era una niña, y él mantenía mi niñez demasiado despierta.
Y le quiero, y sé que será así, siempre...
But I wanna be strong.

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