22 de abril de 2010

Estoy rota. Acabo de terminar la maleta, un día agotador y me mata aun más saber que cuando llegue tu no estarás, tu no querrás hablar conmigo. Por mi culpa, porque soy tonta. Me siento en la silla, medio llorando. Escuchando esa preciosa canción que me encantaba cantarte y que tú, al igual, me cantaras. Espero simplemente un mensaje, un: 'Adri, yo también te amo'. Y sin duda, sin ninguna duda, espero un: 'vale, te perdono'.
Yo lo hice porque no quería que te odiaran, que no te odiaran como a mi. Que volvieras con Kate, que dejaramos esta jugarreta que me ha llenado el corazoncito de luz, y que dejaras de prometerme todo, porque entonces si que te odiarian, aunque seriamos unos odiados felices, queriendonos.
Se me han agotado hasta los nervios de Italia, solo pensando en ti. Adrián, eres mi droga, mi pequeño rayo de luz. Tu me enseñas que se puede querer lo que no ves.
Solo quiero que me hables, que me digas 'hola' que me digas: te creo y te quiero. Pido mucho. Pero sé mentir bien, ya lo viste. Porque todo, absolutamente eso que dije de que no te quería, ERA MENTIRA. Porque lo hago, lo hago como a nadie. Y me has demostrado mucho, muchísimo en poco tiempo, y siempre has estado a mi lado, mimando, ayudando y todo. Y te necesito.
Adrián, TE NECESITO.
¿Me conoces? Sabes que las cosas las hago por un motivo. Un buen motivo. Y mi motivo era protegerte. Y hacerte feliz, que lo serás más con ella que conmigo, ¿o no?
Te quiero..
Adrienne.

1 comentario:

Unknown dijo...

Adri, es algo que no sale fuera de la pantalla del ordenador,
así que nos eas tont y aprovecha esta semana o el tiempo que sea en Italia, y así encima desconectas,
pásalo bien ;)