29 de diciembre de 2009

Calles mojadas.

Año tras año, noche tras noche, paseamos agarraditos de la mano. Nos paramos en la farola, en la última farola de aquella calle tan grande de la que no recuerdo bien el nombre. Comienza a llover, siempre esperamos este día, uno lluvioso para que el agua pase despacito por nuestras caras y así tener una escusa para empezar con las caricias. Quitando gota a gota con pequeñas pasadas de tus manos por mi cuerpo, yo apollada en la farola y tu frente a mi mirando con esos preciosos ojos de color chocolate. Mmm... quiero comermelos. Después de más gotitas apartadas nos volvemos a coger de la mano, andando despacio sin ir al mismo ritmo que nuestros corazones. Subimos hasta la azotea, la de siempre, igual de mojada que todas las noches. Una botella de ron aparece en el rinconcito de los azulejos rotos, la guardas para ocasiones especiales, ya quedan solamente unas gotitas de ron. Si, si que hemos tenido muchas ocasiones especiales, solitos en la azotea, mojados. Empapados de amor, calor y de agua. Un ultimo beso con las ultimas gotas de ron se traspasan de tus labios a los míos, como si fuera electricidad. Otro roce más entre labios y nos vestimos. Sentados en la azotea me miras atento, sin sonreir.
-Te quiero -sueltas por fin.
-Yo también a ti.


Calles mojadas y unas gotitas de ron.

1 comentario:

La guardadora de oxígeno dijo...

Sorprendentemente dulce, increíblemente bonito.

Por cierto,feliz año nuevo (: